sábado, 27 de noviembre de 2010

10 Lustros


Amalia se preparaba aquella mañana emocionada y nerviosa para asistir a su primera entrevista en un programa de televisión.

“10 lustros” era un programa dedicado a personas que hubieran destacado en alguna faceta literaria o artística en el año de su 50 cumpleaños. Amalia cumplía todos los requisitos, la publicación de sus relatos había tenido un éxito más que aceptable no sólo entre sus amigos y conocidos sino también entre los que no lo eran. Además la proximidad de su 50 cumpleaños completaba el binomio necesario para asistir al programa.

Cuando la llamaron Amalia se sintió halagada al tiempo que sorprendida porque en nada se consideraba al nivel de los famosos coetáneos que habían asistido al programa en ediciones anteriores. Por otra parte le inquietaba la idea de que a través de las 50 preguntas su intimidad quedara demasiado al descubierto. Ella sólo pretendía al escribir sus relatos plasmar los sentimientos y emociones que habían ido evolucionando al mismo tiempo que ella y que cualquier persona al leerlos pudiera sentirse identificada. No pretendía ser reconocida por el gran público como una gran escritora sino como una mujer a la que la vida le había dado un gran golpe sentimental y no encontró otra manera de dar salida a su dolor que escribiendo aquellos relatos.

10L: Buenos días Amalia, un placer tenerte en nuestro programa.

A: Buenos días y muchas gracias por vuestra invitación.

10L: Ya conoces nuestro programa. Nos gustaría conocerte un poco mejor, a través de las 50 preguntas de esta entrevista. ¿Estás dispuesta?

A: Por supuesto, adelante.

10L: Bien, vamos con la primera ¿Quién es Amalia?

A: Amalia es una mujer reconciliada con la vida, con su propia vida.

10L: ¿Por qué Amalia?

A: Me hubiera gustado llamarme Amalia como la hermana de mi padre que murió apenas cumplidos los 16 años, cuando empezaba a descubrir la vida.

10L: ¿Cuándo descubrió a Amalia?

A: Amalia llevaba mucho tiempo luchando consigo misma por salir pero no podía. Estaba encerrada en una cárcel que ella misma había ido formando cargándose con demasiadas responsabilidades, pero llega un momento en que algo hace “clic” en tu interior y tu cuerpo pero sobre todo tu mente te pide un cambio. Es el momento de que lo mejor y lo peor de ti salgan a la luz y empieces a aceptarte a ti misma y a los demás, sin posturas forzadas, y empieces a sustituir el “tengo que”, por el “quiero que”. En mi caso ese “clic” fue el dolor.

10L: ¿El dolor? ¿A que tipo de dolor te refieres?

A: Al dolor emocional, al dolor de la pérdida, de cualquier pérdida. El dolor físico lo puedes combatir con cualquier analgésico. No hay analgésico alguno que mitigue el dolor del alma y hay que buscar otras formas de afrontarlo y eliminarlo.

10L: ¿Cómo afrontas las situaciones dolorosas?

A: Con mucha ayuda y mucha fe en que es algo pasajero y pasará. No hay que dejar que el dolor se instale en ti, hay que darle salida. Yo lo he hecho escribiendo estos relatos a través de los cuales también doy salida a mis deseos, esperanzas y sueños.

10L: Amalia parece siempre tranquila y relajada, ¿eres feliz?

A: Para mi la felicidad no es un estado es un proceso, un camino que nunca termina. Puedes tener momentos felices pero nunca consigues la felicidad plena. Pero sí he tenido y tengo momentos muy felices en mi vida.

10L: ¿Qué hace Amalia en su tiempo libre?

A: He aprendido que el tiempo libre no existe, puedes estar haciendo “nada” y también estás llenando tu tiempo.

10L: Si conocieras a través de Internet a alguien aparentemente interesante, ¿darías el paso de conocerle personalmente?

A: No confío en las redes sociales, me parecen peligrosas y me dan miedo, así que es complicado que conozca a alguien por Internet, prefiero el contacto cara a cara.

10L: ¿Crees que la amistad entre mujeres no es comparable a la que se pueda tener entre un hombre y una mujer?

A: Creo en la amistad verdadera. Tengo grandes amigas y grandes amigos y sé que los tendré siempre. Lo que me parece más difícil es mantener una relación de amistad con alguien con quien has tenido una relación sentimental pero tampoco es imposible dependiendo de cómo ésta haya acabado y de la capacidad de perdón de cada parte.

10L: ¿Has dejado de creer en tu príncipe azul?

A: Los príncipes azules tarde o temprano se convierten en sapos. Como dice una persona a la que quiero mucho, es mejor un plebeyo que produce menos expectativas pero también menos decepciones.

10L: ¿Crees que la muerte no es el final?

A: Creo que la muerte es el final de la vida, pero la vida es un aprendizaje. Soy creyente y el Dios de amor y bondad que yo conozco nos ama como un Padre, quiere para nosotros lo mejor y nos da la oportunidad en esta vida de conocer, lo bueno y lo malo, lo agradable y lo desagradable, lo triste y lo alegre. Sólo así podremos disfrutar de la vida plena. Podríamos decir algo así como que la vida es la carrera Universitaria y la muerte la graduación.

10L: ¿Crees en el AMOR para toda la vida?

A: El AMOR nunca muere. Pero para que sea para toda la vida debe ir aderezado de otros condimentos: la confianza, la honestidad, la lealtad, la comunicación, la fidelidad, la verdad…

10L: ¿Has aprendido a quererte más que a nadie?

A: Estoy en ello. No sé si más que a nadie, pero estoy aprendiendo a quererme y a aceptarme, a pensar en mi.

10L: Si pudieras elegir, ¿a qué o a quién dedicarías el resto de tu vida?

A: A quien se la dedico ya, a mí, a mis hijos, a mi familia y a mis amigos y a disfrutar con ellos todo lo que pueda.

10L: ¿Te has planteado elegir a alguien con quien compartir tu vida?

A: Si te refieres a una pareja, me da mucha pereza, he aprendido a disfrutar de mi vida tal y como está ahora y no echo de menos nada, pero nunca se sabe. Habría que ver si alguien esta dispuesto a elegirme a mi…., (risas).

10L: ¿Piensas que los demás saben lo que les quieres?

A: Creo que sí porque se lo demuestro siempre que puedo y son listísimos.

10L: ¿Esperas algo cuando das o das sin esperar nada a cambio?

A: No espero nada para mí. Espero aportar un poquito de felicidad, de bienestar, de optimismo, cosas positivas. Si lo consigo es mi mejor regalo, si no, sigo intentándolo.

10L: ¿Qué es lo que más detestas en una persona?

A: La cobardía y la mentira.

10L: ¿Qué es lo que más admiras en una persona?

A: La honestidad y la verdad, aunque duela.

10L: ¿El día más triste?

A: Algunos días de Abril.

10L: ¿Un buen recuerdo?

A: El día que nacieron mis hijos.

10L: ¿Tu mejor obra?

A: Mis hijos.

10L: ¿Qué te gustaría ser "de mayor"?

A: Psicóloga y creo que lo conseguiré porque acabo de empezar la carrera y al paso que voy… (Risas).

10L: ¿A dónde vuela tu imaginación?

A: A una playa tranquila y solitaria donde pueda mirar las puestas de sol desde mi ventana y mirando al mar.

10L: ¿Te gusta la Navidad?

A: Me gusta para celebrarla en familia. Inevitablemente las familias van cambiando, unos se incorporan, otros se van, pero creo que hay un vínculo común que no debe perderse nunca en una familia y mucho menos en Navidad.

10L: ¿Te da miedo algo?

A: La enfermedad.

10L: ¿Tu peor defecto?

A: Soy muy perfeccionista y muy exigente.

10L: ¿Tu mayor virtud?

A: Que me estoy rehabilitando de lo anterior.

10L: ¿Qué te hace llorar?

A: Soy muy llorona, lloro hasta con los anuncios.

10L: ¿Qué te hace reír?

A: Una tarde con mis amigas, aunque también lloramos y es una buena terapia.

10L: ¿Qué no perdonarías nunca?

A: Me cuesta mucho perdonar la traición.

10L: ¿La mejor palabra?

A: AMOR.

10L: ¿La peor palabra?

A: ADIOS.

10L: ¿La mejor frase?

A: No sé si es la mejor, pero es una frase que yo tengo muy presente: “Si lloras porque no ves el sol, las lágrimas no te dejaran ver las estrellas”.


10L: ¿La mayor desilusión?

A: Creer en alguien que no cree en ti.


10L: ¿Un sueño cumplido?

A: El primero fue ser tía, tengo 6 sobrinos y una sobrina-nieta y soy MUY tía. Ser madre fue la culminación de ese sueño elevado a la enésima potencia.

10L: ¿Una frustración?

A: La falta de explicaciones.

10L: ¿Alguien a quién le debes mucho?

A: A mis padres que me dieron la vida y a mis hermanas mayores de las que he aprendido cómo vivirla.


10L: ¿Los amigos son para siempre?

A: Los amigos si, los conocidos no.


10L: ¿Lo más bonito de la vida?

A: Vivirla.


10L: ¿Lo más valioso?

A: La salud


10L: ¿Amas a alguien?

A: Si te refieres a una pareja, he amado mucho, sin límites, porque el amor es así. Ahora soy más selectiva y más comedida.

10L: ¿Echas de menos a alguien?

A: Es imposible no echar de menos a los que estuvieron y no están.


10L: ¿Eres muy crítica?

A: Cada vez menos.


10L: ¿Eres romántica?

A: Muchísimo. Me encanta sentarme delante de la tele un sábado o un domingo por la tarde a ver películas románticas y hartarme de llorar. Es muy terapéutico.

10L: ¿Te arrepientes de algo?

A: De lo que no he hecho.


10L: ¿Tienes un secreto que no le has contado a nadie?

A: La verdad es que no tengo secretos para las personas que quiero. Los que me conocen de verdad saben lo peor y lo mejor de mí.


10L: ¿Quién te habría gustado ser?

A: Me gusta ser quien soy. No envidio nada ni a nadie. Todo el mundo tiene sus miserias, prefiero quedarme con las mías que ya sé cuales son.


10L: ¿Cómo te gustaría morir?

A: En paz.


10L: ¿Cuál es tu lema?

A: “Nunca te des por vencido”

La entrevista había sido rápida, unos 30 minutos apenas, pero Amalia salió de la cadena como si hubiera estado descargando camiones durante horas.

Ahora sentada frente al televisor miraba sus gestos, repasaba sus respuestas y pensaba cómo había llegado hasta allí.

Encontró la respuesta al coger su libro y abrirlo para leer la dedicatoria:

“Por vosotros…,

…los que me disteis la vida,

…los que me enseñasteis a vivirla,

…los que fuisteis el viento bajo mis alas,

…los que me enseñasteis lo que es el verdadero amor, ese que no muere nunca.

Porque os amo.”

Así era, había llegado allí por AMOR.